Teoría evolutiva de Jean Piaget
De manera independiente del trabajo de Tolman en los Estados Unidos y del movimiento de la Gestalt en Alemania, el biólogo suizo Jean Piaget comenzó durante la década de los veinte el pro- grama de investigación que, probablemente, haya ejercido un mayor impacto sobre las teorías contemporáneas del desarrollo cognitivo. Piaget estaba interesado no sólo en la biología, sino también en la filosofía y en el origen del conocimiento, una rama de la misma que se conoce como epistemología. Con el fin de descubrir de donde procede nuestro conocimiento y de qué manera se desarrolla, Piaget y sus colaboradores realizaron una serie de estudios que proporcionaron espléndidas ideas sobre la manera en que los niños piensan y aprenden respecto al mundo que les rodea
Piaget se centraba en los acontecimientos mentales —por ejemplo, en los procesos de razonamiento lógico y en la estructura del conocimiento— en un momento en que la mayoría de los teóricos del aprendizaje rechazaba este mentalismo.
Piaget realizó con los niños, utilizando tareas muy astutas e inteligentes, ponen de manifiesto su gran conocimiento de la naturaleza del pensamiento infantil. En las páginas siguientes analizaremos las ideas de Piaget que resultan más relevantes para comprender el
aprendizaje y el conocimiento humanos:
Las personas somos procesadores activos de la información. Mientras que los conductistas
transmitían una imagen de los organismos, incluyendo los humanos, como receptores pasivos
de los estímulos ambientales, Piaget retrató a los seres humanos como agentes totalmente implicados en la interpretación y el aprendizaje de todo lo que les rodea. En vez de limitarse a
responder a los estímulos que van encontrando, las personas manipulan estos estímulos y observan el efecto de sus acciones.
El conocimiento puede describirse en términos de estructuras que van cambiando a lo lar-
go del desarrollo. Piaget propuso el concepto de esquema como la estructura básica mediante la que se representa el conocimiento del individuo. Si bien esta noción resulta relativamente abstracta, puede definirse a grandes rasgos como una unidad mental que representa
una categoría de acciones o pensamientos similares.
El desarrollo cognitivo proviene de las interacciones que tienen los niños con su entorno físico y social. Al interactuar con su entorno, los niños desarrollan y modifican sus esquemas.
El proceso mediante el que las personas interactúan con el entorno es constante. De acuerdo con Piaget, las personas interactúan con su entorno mediante procesos inmutables (que
él denominó funciones), conocidos como asimilación y acomodación. Mediante la asimilación, una persona interactúa con un objeto o acontecimiento de manera coherente con alguno de los esquemas que posee. En la acomodación, una persona puede modificar un esquema que ya posee o construir uno nuevo que le permita explicar algo que no conocía. Por ejemplo, un niño que acaba de aprender a gatear debe modificar
su estilo cuando llega al borde de una escalera.
La asimilación y la acomodación son procesos complementarias: la asimilación supone
modificar la percepción que una persona tiene de su entorno para que se ajuste a sus esquemas, mientras que la acomodación supone modificar un esquema para que se ajuste al entorno.
Las personas están intrínsecamente motivadas para intentar encontrar sentido al mundo que
les rodea. De acuerdo con Piaget, las personas se encuentran a veces en un estado de equilibrio; así pueden explicar cómodamente sucesos novedosos a partir de los esquemas de los
que disponen. Pero este equilibrio no se mantiene de manera indefinida, debido a que las personas a veces se encuentran con acontecimientos que no pueden explicar adecuadamente a
partir de su comprensión actual del mundo.
El desarrollo cognitivo tiene lugar a lo largo de etapas diferentes, de manera que los procesos de pensamiento de cada etapa son cualitativamente distintos entre sí. Un aspecto importante de la teoría de Piaget es la identificación de cuatro etapas en el desarrollo cognitivo, cada una de las cuales se caracteriza por un tipo de pensamiento específico. Los esquemas de
cada etapa son modificados e incorporados a los esquemas de la siguiente, por lo que constituyen la base de las etapas posteriores.
La primera etapa, denominada sensoriomotora, abarca desde el nacimiento hasta los dos años
de edad (la edad exacta de cada etapa puede variar de un niño a otro). Su mayor parte se caracteriza por esquemas basados en la conducta y en la percepción, más que en esquemas internos y mentales a los que podríamos denominar «pensamiento»
La segunda etapa, que Piaget denominó preoperacional, aparece cuando los niños tienen unos dos
años de edad y se extiende hasta que cumplen seis o siete años. Es una etapa durante la que estallan
las capacidades lingüísticas, de manera que el rápido incremento en el vocabulario pone de manifiesto los nuevos esquemas mentales que se están desarrollando.
Las operaciones concretas, tercera etapa del desarrollo cognitivo, comienzan cuando los niños tienen seis o siete años de edad y se prolongan hasta los once o doce años.
Los niños de esta etapa empiezan a pensar de manera lógica respecto a los problemas de conservación y también respecto a otras situaciones. Sin embargo, estos niños muestran todavía una importante limitación: sólo pueden aplicar su pensamiento lógico a objetos y acontecimientos concretos
y observables.
La cuarta y última etapa, las operaciones formales, comienza hacia los once o doce años de
edad. Durante esta etapa, los niños desarrollan la capacidad para razonar con información abstracta, hipotética, aunque sea contraria a la realidad. También aparecen otras capacidades esenciales para las matemáticas y el razonamiento científico.
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